A raíz de la pandemia originada por el SARS-CoV-2 en los primeros meses de 2020, se produjo una distorsión importante de las redes de vigilancia centinela de la gripe en Atención Primaria (AP), motivada por los cambios en los patrones de consulta médica y la aparición de centros de diagnóstico de COVID-19, que alteraron de manera significativa los circuitos habituales de vigilancia centinela de gripe.

Siguiendo las recomendaciones internacionales del ECDC y de la Organización Mundial de la Salud, se inició la implantación de sistemas de vigilancia centinela de infección respiratoria aguda, tanto en el ámbito de la Atención Primaria para la vigilancia de infección respiratoria aguda leve, como para la hospitalaria para la vigilancia de infección respiratoria aguda grave.

Ambos sistemas se basan en la experiencia y metodología empleada en el marco del Sistema de Vigilancia de Gripe. El objetivo de estos sistemas es vigilar COVID-19, gripe y cualquier otro virus respiratorio, así como contribuir a la evaluación de la efectividad de las medidas de control y prevención, especialmente las vacunas.

Estos sistemas de vigilancia deben permanecer estables en el tiempo para dar respuesta a la emergencia de cualquier otro agente infeccioso respiratorio.

Las infecciones respiratorias engloban un problema de salud muy frecuente en la población general. Presentan una mayor incidencia en las edades extremas de la vida y en los pacientes inmunodeprimidos, en los cuales pueden ser más graves. Estas infecciones respiratorias con frecuencia son causadas por virus, destacando el virus respiratorio sincitial (VRS) en los menores, y los virus de la influenza y los adenovirus en los adultos.

Documentos de interés

• Metodología en vigilancia de IRA, 2024-25 (PDF, 680 KB)
• Protocolo para la vigilancia de infección respiratoria aguda en atención primaria en la Comunidad Autónoma de Euskadi (PDF, 210 KB)