6. Santuario de Guadalupe (Hondarribia)
ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN
Origen y significado
La ermita de Guadalupe cuenta con un origen mítico, que narra que unos pastores que guardaban su ganado en las estribaciones orietales del monte Jaizkibel hallaron una luz misteriosa en un arbusto. Al acercarse se percataron de la existencia de una imagen de la Virgen de Guadalupe. Este hallazgo habría propiciado la construcción de una ermita para conmemorar la aparición y honrar la imagen de la Virgen. Lo cierto es que las primeras menciones del templo nos remiten aproximadamente al año 1500, aunque los elementos más antiguos de la construcción actual nos sitúan al final del siglo XVI.
El significado de la imagen y de la ermita que la contiene se exacerba a partir de 1638. Cuando el ejército del cardenal Richelieu cruzó el río Bidasoa el 1 de julio de aquel año, la serora de la ermita procedió a tomar la imagen de la Virgen y a ponerla a salvo en el interior de la villa, con el objetivo de evitar su destrucción. Tras dos meses de asedio, la derrota de las tropas sitiadoras la víspera del día de la Virgen suscitó la interpretación de que la victoria había sido posible gracias a su intercesión.
Por último, señalar que, durante la intensa caza de brujas que vivió Euskal Herria, especialmente durante los años iniciales del siglo XVII, también la villa de Hondarribia sufrió un brote de histeria anti-brujeril. En 1611, varias mujeres son acusadas de practicar brujería e incluso de provocar el hundimiento de barcos en la bocana del puerto de Pasaia. Los testigos presentados (todos ellos niños o adolescentes) afirman que las campas que se encuentran en la parte superior de la ermita fueron escenario de akelarres y sortilegios.
Características artísticas
Templo erigido de sillería de arenisca, en planta de cruz latina, se cubre con bóvedas de arista (con lunetos abiertos para los vanos laterales) y el transepto se corona con una bóveda rebajada sostenida por pechinas formadas entre los arcos fajones que sostienen la cubierta. En su altar mayor destaca un retablo rococó que cubre todo el lienzo, adaptándose a la morfología del arco de medio punto. Fabricada en 1748 por Juan Bautista de Egiluz y Jacinto de Elduaien, consta de una hornacina principal, donde se acoge la imagen de la Virgen, rodeada de otras más pequeñas, en las que se muestran otros santos (San Fernando, el arcángel Gabriel, San José y San Antonio). El edificio se culmina por una torre de estilo neogótico, construido en 1868.
El edificio sufrió desperfectos en la Última Guerra Carlista (1872-1876) aunque la devoción de los vecinos de Hondarribia ha asegurado su mantenimiento. En este sentido, destacar que en su interior guarda varios exvotos de carácter marinero, lo que da a entender la beneración de la Virgen de Guadalupe entre los marineros y pescadores de Hondarribia.
Finalmente, en las inmediaciones del templo se encuentra una pequeña cueva donde brota un manantial, al que se le atribuyen virtudes curativas.