Departamento de Cultura y Política Lingüística

72. Puente de Artzubi (Mendata)

ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO

El río: un recurso de dos caras

El río Gola, como muchos otros en el País Vasco, ha sido un valioso aliado para los habitantes de la zona. Además de los recursos naturales que ofrece (la propia agua, la fauna fluvial y la vegetación de ribera), ha servido como fuente de energía, favoreciendo la instalación de ferrerías y molinos, ya desde antiguo. El volumen de agua que discurre por su cauce, relativamente regular como es habitual en un territorio de clima oceánico, accionaba las ruedas que movían las instalaciones para molienda de cereales y para la producción de hierro.

Sin embargo, en algunos momentos la meteorología podía volverse adversa, ya que durante las sequías las máquinas paraban y se interrumpían las actividades. Por otro lado, los peores efectos derivaban de las crecidas de los ríos, que podían llegar a dañar estas infraestructuras, algo que sucedía con relativa frecuencia.

Además, los ríos pueden llegar a no ser vadeables y, por tanto, era preciso habilitar pasos para atravesarlos, como son los puentes. Generalmente eran construidos en madera o en piedra (como el caso que nos atañe) y tampoco eran inmunes a las crecidas de las aguas.

Artzubi: el puente de piedra

Como su propio nombre indica, este puente sobre el río Gola se edificó en piedra y parece que esta característica lo distinguía de otros cercanos. Su construcción nos retrotrae al siglo XVI y presenta un solo arco realizado en sillería caliza, siendo el resto del cuerpo del puente de mampostería. El trazado viario que lo atraviesa se dispone a dos aguas, siendo más alto en el centro que en los accesos. Se trata de un pavimento de encachado realizado a base de cantos de río que no es más que la continuación de la antigua calzada que comunica Mendata con Arratzu.

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