Sobre el virus y la enfermedad
- Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar infección en los seres humanos y en una variedad de animales, incluyendo aves y mamíferos como camellos, gatos y murciélagos. Se trata de una enfermedad zoonótica, lo que significa que en ocasiones pueden transmitirse de los animales a las personas.
- El coronavirus SARS-CoV-2 es un nuevo tipo de coronavirus, que afecta a los humanos y se transmite de persona a persona. Produce la enfermedad COVID-19.
- La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Aún hay muchas cuestiones que se desconocen en relación al virus y a la enfermedad que produce. Según se avanza en el conocimiento, se van actualizando las recomendaciones.
- El SARS-CoV-2 se transmite a través de las gotas y aerosoles respiratorios que se emiten al respirar, hablar, exhalar, cantar, toser, estornudar o hacer ejercicio intenso, cuando alcanzan las mucosas y conjuntivas de otras personas.
- Las partículas más pequeñas pueden permancer suspendidas en el aire y alcanzar a personas a más de 2 metros. No obstante, la mayor transmisión se produce en distancias cortas y en entornos cerrados y concurridos, especialmente mal ventilados.
- El riesgo de trasmisión en interiores es claramente superior frente a exteriores.
- También es posible la transmisión indirecta al tocar ojos, boca o nariz con manos que previamente han contactado con superficies u objetos contaminados.
- Tanto las personas con síntomas como sin síntomas pueden transmitir el virus si se encuentran en un periodo con infección activa.
- Utilice la mascarilla siguiendo estas indicaciones (PDF, 502 KB)
- Al toser o estornudar cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo deshechable. Tire el pañuelo inmediatamente y lávese las manos con agua y jabón o con un desinfectante de manos a base de alcohol.
- Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca ya que las manos facilitan la transmisión.
- Priorice el uso de espacios al aire libre.
- Ventile de formas frecuente los espacios cerrados.
- Los síntomas más comunes incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, pérdida de olfato o gusto y sensación de falta de aire. Algunos pacientes también pueden presentar dolores, congestión nasal o diarrea.
- La mayoría de los casos son leves. Existen también casos que no presentan síntomas, son los llamados asintomáticos.
- En casos más graves, la infección puede causar neumonía, dificultad importante para respirar, fallo renal e incluso la muerte. En caso de notar alguno de los síntomas mencionados, debe aislarse y ponerse en contacto con su centro de salud.
Si usted presenta alguno o varios de estos síntomas llame a su centro de salud habitual o consulte con el profesional sanitario que le realiza el seguimiento o acuda a un centro hospitalario.
- Dificultad para respirar, sensación de falta de aire.
- Dolor en un costado o pecho.
- Fiebre alta durante varios días
- Tos muy persistente que le impide ingerir alimentos de manera habitual.
- Expulsa flemas con sangre o con moco verde o amarillento.
- Tiene vómitos que no cesan o diarrea con deshidratación moderada o grave
- Si comienza a presentar alteraciones de su nivel de conciencia, confusión y/o baja el nivel de alerta.
- Nota que su estado de salud está empeorando.
En los niños además conviene observar:
- Si aparecen ruidos o movimientos anormales al respirar.
- Si aparecen manchas en la piel o cambia el color general.
La persona que tenga síntomas respiratorios como tos, fiebre, dolor de garganta o dificultad para respirar u otros síntomas como diarrea, pérdida de olfato y gusto, congestión nasal deberá seguir las pautas del apartado tengo síntomas ¿Qué debo hacer? .
- Deberá seguir el tratamiento que le hayan pautado los profesionales sanitarios que estén a cargo de su proceso. En los casos leves y moderados se recomienda tomar tratamiento que alivie los síntomas.
- Los casos graves requieren ingreso hospitalario, para tratar con medidas de soporte y tratamiento de las complicaciones que existan.
- No se recomienda el tratamiento con antibióticos.
- El periodo de incubación es el intervalo de tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de los síntomas clínicos de la enfermedad. Las estimaciones actuales apuntan a que el periodo de incubación varía entre 1 y 14 días, con una media estimada de 5-6 días. ( en función de la variante que cause la infección, ese periodo puede variar).
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Las personas sí se pueden reinfectar y volver a pasar la enfermedad, por lo que hay que seguir manteniendo las medidas de prevención aunque hayamos pasado la infección.
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