35.- Estrategia de Seguridad del Paciente de Osakidetza 2013-2016
Objetivos
En nuestra Comunidad, Osakidetza ha alcanzado un significativo grado de reconocimiento por la calidad y la seguridad de sus prestaciones sanitarias. La atención sanitaria multidisciplinar y altamente especializada sumada a los progresos en el conocimiento y en la tecnología permite prestar asistencia a miles de personas diariamente de forma satisfactoria, pero han aumentado la complejidad del sistema de salud. Esta complejidad conlleva una serie de riesgos que podrían derivar en incidentes independientemente de la dedicación y profesionalidad de las personas. Ni el sistema ni las personas que lo integran son totalmente perfectos, pueden fallar. Es necesario reconocer este hecho para poder prevenir incidentes que afecten a la seguridad de nuestros pacientes y extraer un aprendizaje de los mismos que nos permita actuar para evitar que se repitan. Todo ello nos exige profundizar en la búsqueda del máximo nivel de Seguridad para nuestros pacientes.
La seguridad del paciente se ha convertido en una prioridad a nivel mundial ya que los efectos no deseados secundarios a la atención sanitaria representan una causa de elevada morbilidad y mortalidad en todos los sistemas sanitarios de los países desarrollados. Numerosas iniciativas avaladas por una sólida evidencia científica y promovidas por distintas organizaciones internacionales y locales han puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar programas y estrategias que contribuyan a reducir el daño no intencionado que reciben nuestros pacientes durante la atención que les prestamos.
La estrategia recogida en este documento supone:
- Una referencia útil para los pacientes, los profesionales y los directivos de la red, orientada a la mejora continua de nuestra actuación como servicio público en aras a garantizar cotas elevadas de seguridad en la asistencia sanitaria de los ciudadanos de esta Comunidad
- La plasmación pública de la firme apuesta y compromiso de esta organización por la mejora de la seguridad de nuestros pacientes
Los objetivos a alcanzar que impulsan la estrategia son:
- Convertir la seguridad del paciente en uno de los pilares básicos en la atención sanitaria, contribuyendo al mantenimiento de su cultura de seguridad.
- Minimizar el riesgo de eventos adversos vinculados a la asistencia sanitaria en todos los niveles asistenciales.
- Compatibilizar la necesaria política de racionalización del gasto con una asistencia sanitaria de calidad y alta seguridad, materializando el binomio seguridad-eficiencia.
- Aprovechar el impulso de las nuevas tecnologías para disminuir los posibles agujeros de seguridad, minimizando los riesgos asociados a la atención sanitaria.
- Adaptar la experiencia adquirida en seguridad del paciente al nuevo escenario organizativo dentro del modelo de atención integrada (Organizaciones Sanitarias Integradas).
Departamento
Compromiso temporal
La estrategia definida en el documento se desarrollará en el período temporal comprendido entre los años 2013 y 2016.
Actividades a desarrollar y medios
1. Prevención y control de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS): La prevención y el control de las IRAS constituyen objetivos prioritarios para el conjunto del sistema sanitario de Euskadi desde hace más de dos décadas.
2. Cirugía segura: Esta línea de acción se enmarca en el reto mundial “La cirugía segura salva vidas” de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
3. Seguridad en el proceso asistencial gestación-parto-puerperio: Es uno de los ámbitos asistenciales en el que adquiere gran relevancia la seguridad del paciente y desde el que se pretende proteger tanto la seguridad de la mujer embarazada como la del neonato.
4. Sistema de notificación y aprendizaje en Seguridad del Paciente (SNASP): La necesidad de sistemas de registro de incidentes y eventos adversos, como punto de partida de la Seguridad del Paciente se contempla, desde el año 2004, en la Alianza Mundial para la Seguridad del paciente de la OMS.
5. Optimización de la prescripción de pruebas diagnósticas que utilizan radiaciones ionizantes: Las pruebas radiológicas constituyen una herramienta diagnóstica habitual en la práctica asistencial diaria de Osakidetza. Sin embargo la radiación utilizada en estas pruebas no está exenta de riesgos, y por ello todas las peticiones de pruebas radiológicas deben estar plenamente justificadas y deben aplicarse técnicas que minimicen la dosis, permitiendo obtener la información diagnóstica fundamental.
6. Buenas prácticas asociadas a la administración de la medicación: La reducción de los errores de medicación debe asumirse como un proceso continuo de mejora en el que deben incluirse diversas prácticas en cada una de las fases que constituyen la cadena de utilización de los medicamentos, implicando en su desarrollo e implantación tanto a profesionales sanitarios como a pacientes.
7. Buenas prácticas asociadas a los cuidados de enfermería: Se incluyen fundamentalmente en este período todas aquellas estrategias y actividades dirigidas a reducir la incidencia y prevalencia de úlceras por presión y caídas en los pacientes atendidos en nuestro sistema sanitario.
8. Seguridad transfusional: La incorporación de medidas de seguridad en la utilización de componentes sanguíneos, tejidos y células, tanto a nivel organizativo como medidas clínico-epidemiológicas, de control analítico o destinadas a implantar Sistemas de Calidad, ha sido y continúa siendo una constante en Osakidetza durante las últimas décadas.
9. Formación en Seguridad del Paciente: La formación de los equipos de profesionales ha sido reconocida internacionalmente como una estrategia contribuyente a la mejora de la seguridad clínica que debe ser acometida por todos los prestadores de servicios sanitarios.
10. Identificación inequívoca de los pacientes: La correcta identificación de los pacientes en los centros sanitarios, asegurarse de que el paciente sobre el que se actúa es el correcto, es una medida fundamental para evitar errores en la atención que prestan los servicios de salud.
11. Conciliación de la medicación: Entendida como el proceso formal y protocolizado de obtención de una lista completa y precisa de los medicamentos que previamente tomaba el paciente y su comparación con la medicación prescrita después de una transición asistencial con el fin de detectar las posibles discrepancias, omisiones, duplicidades y/o interacciones que precisen su corrección.
12. Implicación del Paciente en la Seguridad de la atención sanitaria: Implicar al paciente, además de a sus familiares y/o cuidadores, en la atención que se le presta desde el sistema sanitario resulta un elemento esencial en la mejora de la Seguridad del paciente y constituye un elemento estratégico de primer nivel.
13. Reducción de las infecciones del tracto urinario asociadas a catéter urinario: Las infecciones del tracto urinario asociadas a catéter urinario constituyen una de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria más prevalentes en todos los países desarrollados.
Las infecciones del tracto urinario asociadas a catéter urinario constituyen una de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria más prevalentes en todos los países desarrollados.
Fórmulas de seguimiento y evaluación
Con el fin de lograr la máxima eficiencia en la gestión del programa corporativo, se ha establecido un modelo de trabajo en red que potencia la implicación del máximo número de profesionales, bajo la orientación de un Comité Director de la Seguridad del Paciente. Dicho Comité se ha constituido como una representación plural de diversas áreas asistenciales y administrativas: Dirección General de Osakidetza, Organizaciones de Servicios y Departamento de Salud. Entre sus funciones se encuentra el seguimiento del desarrollo de la estrategia, su evolución y logro de objetivos, así como la propuesta de nuevas líneas de acción y nuevos objetivos. Este Comité se reune cuatrimestralmente.
Todas las líneas de acción cuentan con su propia batería de indicadores específicos (139 indicadores en total), que se gestionan mediante una herramienta informática de cuadro de mandos puesta a disposición de los diferentes agentes que intervienen en el desarrollo de la estrategia.