Patrimonio mundial
El 8 de julio de 2008 la UNESCO inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial tres cuevas vascas con arte paleolítico (40.000-12.000 años). Las cavidades de Ekain, Altxerri y Santimamiñe se suman al selecto grupo de sitios declarados Patrimonio Mundial, como Altamira y Atapuerca.
El arte rupestre paleolítico es una de las manifestaciones culturales más relevantes de la historia de la Humanidad. Además de por sus cualidades propiamente estéticas, desde un punto de vista histórico la importancia de este fenómeno deriva de su carácter representativo de una etapa crucial en la evolución humana: la aparición del Homo sapiens. Es por ello que estamos ante un bien cultural de primer orden, una auténtica obra maestra del genio creador humano, que a su gran calidad artística se une su naturaleza de testimonio excepcional de la historia de la civilización, dado que es la primera manifestación artística de la especie humana.
Ekain forma parte de un fenómeno global de las comunidades cazadoras-recolectoras-pescadoras que habitaron el SW de Europa durante el Paleolítico superior. Su valor universal y excepcional tuvo como criterios su consideración de obra de arte del genio creador humano y testimonio único, o al menos excepcional, de una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida. Su arte demuestra la diversidad cultural y el alto grado de integración social existentes en el SW de Europa en los compases finales de la última glaciación.