Departamento de Cultura y Política Lingüística

90. Palacio Oloste (Larrabetzu)

ETAPA 6: GERNIKA-LUMO • BILBAO

Un atisbo del palacio que fue

Situado en un pequeño barrio constituido por caseríos, entre los que encontramos antiguos molinos y ferrerías, la apariencia general de la casa Oloste no parece sugerir ningún atractivo patrimonial especial. Se trata de un edificio de planta rectangular, construido en mampostería de arenisca, en cuya fachada principal se abren un grupo de ventanas sin organización aparente.

No obstante, la sencillez de esta casa de labranza contrasta con la escalinata de accesodoble en la parte baja aunque converge en un único tramo en voladizo. Realizada de sillería arenisca, presenta una baranda frontal y un antepecho de piedra en la parte lateral. La estructura desemboca en una balconada sostenida por sendas columnas.

Encima de la puerta de acceso podemos contemplar varios elementos que permiten explicar la existencia de una escalera tan suntuosa. Sobre el dintel observamos un escudo rococó del siglo XVIII, que presenta las armas de los Butron. Este elemento se encuentra coronado y flanqueado por un total de cinco relieves que representan otros tantos bustos.

Su vestimenta nos revela que son personajes de fines del siglo XVI o inicios del siglo XVII, bien por las golas que presentan en el cuello los dos personajes de la izquierda, bien por la ausencia de los prominentes tocados de las mujeres casadas vascas (típicos de los siglos XV y XVI) o por los sombreros que lucen los dos individos de la derecha.

Estos elementos decorativos integrados en una fachada de humilde factura denotan una profunda renovación del edificio, quizá en el siglo XIX, con el objeto de adaptarlo a las necesidades de los labradores, más pragmáticas y menos suntuosas que las de los señores que erigieron el edificio anterior. Este fenómeno es muy común en los casos en los que familias que contaron con lujosos palacetes entroncaron por otros linajes de mayor estatus social. Con el tiempo, este tipo de casas quedarían en desuso y, finalmente, se arrendaban con sus heredades a personas de estracción social más baja y para quienes la casa era una herramienta más de trabajo. Así, en muchas ocasiones, las antiguas casonas derivaban en casas de labranza, como la de Oloste, para facilitar su arrendamiento para fines agropecuarios.

A pesar de que no contamos con datos concretos, es posible que originalmente este solar fuera el de Goikolea, antigua torre de origen medieval.

Compartir en

unesco