78. Palacio del Catarro (Gernika-Lumo)
ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO
Veraneo y burguesía en Gernika
Desde comienzos del siglo XIX, se comienza a popularizar el veraneo balneario entre las clases más destacadas de la sociedad. Por motivos de salud, se comienzan a recomendar las aguas termales o los “baños de mar” para tratar diversas afecciones, lo que atrae a miembros de la Corte al País Vasco.
En un comienzo, este turismo es muy minoritario, debido al precario trazado de las vías de comunicación, pero esta situación comenzará a cambiar a partir de mediados del siglo XIX, en especial, con la extensión del ferrocarril. Ya para finales de ese mismo siglo, la margen izquierda de la ría de Urdaibai comienza a estar colonizada por estos nuevos “veraneantes”, que también se instalan en Gernika.
Estos visitantes, que disponen de recursos económicos para pagar los diseños más atractivos de los arquitectos punteros del momento, comenzarán a establecer villas particulares en las que se desarrollan distintos tipos de estilos y formas.
En el caso del palacio Villa Catarro, el edificio presenta una clara influencia de la arquitectura francesa de las décadas finales del siglo XIX. En estos momentos la inspiración procede del ambiente parisino que muchos de estos burgueses conocen de primera mano y desean reproducirlo en sus propias casas.
De volumen cúbico, consta de planta baja, primer piso y bajocubierta, ésta última amansardada, cuyo tono contrasta con la claridad del resto de la fachada por el recubrimiento de placas de pizarra.