122. Núcleo de Barakaldo (Barakaldo)
ETAPA 7: BILBAO • PORTUGALETE
De aldea a ciudad
El origen del asentamiento actual de Barakaldo y de su núcleo histórico se retrotrae a la Alta Edad Media. La primera mención documental en que se cita nos sitúa en el año 1051 en el que se habla de la existencia de un “senior Lope Blascoz Baracaldoensis”, quien se encuentra presente y confirma la donación que Eneko López, señor de Bizkaia, realiza al obispo de Álava García. Esta mención nos indica que existía ya en aquel un personaje que se hacía llamar por el nombre del lugar y que, probablemente, tenía la primacía en la comunidad de aldea de Barakaldo.
Por causas que se desconocen, en el siglo XIV su parroquia estaba supeditada a la de Erandio, al otro lado de la ría del Nervión-Ibaizabal, hasta que en 1340 Sancho López de Barakaldo, Lope González de Zorrotza y Galindo de Retuerto consiguen desmembrarla de aquella. A partir de este momento, el patronato de la iglesia aparecerá repartido entre varios linajes. Esto significaba el reparto de sus rentas decimales, la elección de clérigos y una serie de derechos en el interior de la iglesia, como el enterramiento y el asiento en lugres preferenciales.
Las principales actividades de la localidad durante los siglos tardomedievales y modernos parecen haber consistido en las labores agropecuarias y, sobre todo, en la elaboración de hierro, gracias al acceso a las venas de hierro de los montes de Triano. Su cercanía a la Ría consitutía otro recurso que trajo más de un conflicto con las vecinas Bilbao y Portugalete y otros concejos del entorno. Finalmente, los derechos de Barakaldo respecto al comercio fluvial quedaron reducidos a la exportación del mineral.
El gran cambio para localidad lo supuso la construcción en 1854 de la antecesora de Altos Hornos de Bilbao (después, “de Vizcaya”), la fábrica siderúrgica Nuestra Señora del Carmen. Esta y otras fábricas fueron apareciendo en la siguiente centuria, provocando una radical transformación de una localidad rural en una urbe con las mayores densidades de población en zonas urbanas del País Vasco.
En este contexto, se iniciará el derribo de los antiguos caseríos y palacios y la construcción de viviendas burguesas y obreras, al igual que las antiguas ferrerías y molinos darían paso a las instalaciones fabriles.
Recuerdo de un pasado
Conjunto patrimonial, de origen medieval, que actualmente queda enmascarado por el enorme crecimiento urbano de la antigua anteiglesia. El resto más antiguo de la zona lo constituye la iglesia católica de San Vicente, fabricada en piedra arenisca y estilo barroco (siglo XVII). La industrialización del municipio conllevó un gran contraste urbanístico y, así, nuevas casas burguesas y obreras fueron apareciendo a su alrededor, como son las casas de Altos Hornos de Vizcaya o el palacio de los Gorostiza.