Ruido
El ruido puede definirse como “un sonido no deseado”. En su sentido físico el ruido es un sonido y son las circunstancias subjetivas de los receptores las que determinan la calificación de ruido.
La Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 17 de mayo de 1977 define el ruido como un conjunto de sonidos que adquieren para el hombre un carácter afectivo desagradable más o menos inadmisible a causa sobre todo de las molestias, la fatiga, la perturbación y en su caso el dolor que produce.
El ruido en definitiva es una mezcla compleja de sonidos con frecuencias fundamentales diferentes. En un sentido amplio puede considerarse ruido cualquier sonido que interfiere en alguna actividad humana.
El contenido subjetivo de la molestia ha frenado el desarrollo de una teoría general frente al ruido que pudiera aplicarse universalmente a cualquier situación de diseño, por lo que en cualquier elaboración de normativa se deberá tener en cuenta tanto la presión sonora como el receptor.
Normalmente soportamos mejor los ruidos de nivel continuo, frente a aquellos que sufren alteraciones de nivel u otras alteraciones físicas (cambio de frecuencias), que normalmente suelen ser más molestos.
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