Estimulación de la Autoestima
Estimulación de la Autoestima
Predice la baja autoestima la depresión y la ansiedad. Un meta análisis de estudios longitudinales
Autores
Sowislo, Julia Friederike; Orth, Ulrich
Publicación
Psychological Bulletin, Vol 139(1)
Año
Jan 2013, 213-240
Resumen
La baja autoestima y la depresión están fuertemente relacionadas, pero aún no existe evidencia consistente de la naturaleza de la relación. Considerando que el modelo de vulnerabilidad sugiere que la baja autoestima contribuye a la depresión, el modelo alternativo afirma que la depresión erosiona la autoestima. Además, se desconoce si los modelos son específicos para la depresión o si también son válidas para la ansiedad. Se evaluaron los modelos de la vulnerabilidad y alternativo de la baja autoestima y la depresión, y la baja autoestima y la ansiedad, por el meta-análisis de los datos longitudinales disponibles (que cubren 77 estudios sobre la depresión y 18 estudios sobre la ansiedad). La edad media de las muestras cubrió desde la infancia hasta la vejez. Para la depresión, los resultados apoyaron el modelo de vulnerabilidad: el efecto de la autoestima sobre la depresión fue significativamente más fuerte que el efecto de la depresión sobre la autoestima. Se llevaron a cabo análisis de moderación del efecto de la baja autoestima de la depresión; éstos sugirieron que el efecto no está influenciado significativamente por sexo, edad, las medidas de autoestima y depresión, o tiempo que transcurre entre las evaluaciones. Si la investigación futura apoya la hipótesis de la causalidad de los efectos de la vulnerabilidad de la baja autoestima en la depresión, las intervenciones dirigidas a aumentar la autoestima pueden ser útiles para reducir el riesgo de depresión.
Implicaciones prácticas de los hallazgos
El fomento de la autoestima en el contexto familiar es una variable esencial y constituye una de las competencias parentales que madres y padres deben construir para contribuir a un desarrollo psicológico saludable de sus hijos e hijas. En la medida en que el desarrollo de una buena autoestima es un factor protector de la posible aparición de una depresión, como sugiere el estudio, y siendo una autoestima positiva un factor de motivación y de ajuste psicológico, es evidente que madres y padres deben estar preparados para fomentarla. El fomento de una buena autoestima es importante durante la infancia y debe estar dirigido a que la niña o el niño construyan una identidad basada en sus rasgos personales más positivos y en una actitud de superación respecto a sus rasgos negativos. Durante la adolescencia el fomento de la autoestima es, si cabe, todavía más necesario y crítico; en un momento de redefinición personal, es importante hacer compatible una actitud crítica con el adolescente con un reconocimiento de su aceptación incondicional y de la valoración de sus rasgos más positivos.