Disfruta del baño
No dejes solos a los niños o niñas, ni siquiera por un momento, cerca o dentro del agua, aunque cubra poco. Deben estar siempre vigilados por el peligro de caída y riesgo de ahogamiento.
Báñate en aguas habilitadas para el baño y vigiladas, siguiendo siempre las indicaciones de los socorristas.
Haz caso de las indicaciones o señalizaciones (banderas, tablones de anuncios,..) establecidas en los lugares de baño que informan sobre las condiciones del agua de baño y de las zonas periplayeras, así como de los mensajes dados por megafonía que alertan de los riesgos.
Entra en el agua poco a poco, sobre todo después de tomar el sol, tras una comida copiosa o después de realizar alguna actividad física.
Sal de inmediato del agua si adviertes algún síntoma extraño: escalofríos, fatiga, dolor de cabeza, picores, mareos, vértigos o calambres.
Sécate al salir del agua y protege tus ojos con gafas con filtro UVA y UVB. Protégete con sombrero, bebe agua, usa protector solar adecuado a tu fototipo en las zonas expuestas. Haz lo mismo con las personas que dependen de ti.
Cuando utilices los servicios y vestuarios públicos, lleva calzado para proteger tus pies de posibles infecciones.
Los accidentes en el agua pueden tener consecuencias muy graves. Recuerda que los ahogamientos, los “cortes de digestión”, etc. pueden evitarse siguiendo unas mínimas precauciones.
Evita el baño si hay medusas o carabelas portuguesas
Evita el baño si hay medusas o carabelas portuguesas. No las toques aunque estén en la arena, ni siquiera sus fragmentos, pues también pueden producir picaduras incluso estando muertas.
Si te pica una medusa o una carabela portuguesa:
- Acude rápidamente al puesto de socorro.
- No rasques ni frotes la zona.
- Limpia la zona con agua de mar, nunca con agua dulce.
- Quita los restos con una pinza, no con la mano a no ser que uses guantes.
- Aplica frio o mejor hielo en una bolsa de plástico durante 5 minutos sobre la zona.
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