ETAPA 6: GERNIKA-LUMO • BILBAO

Los 3 asedios de Bilbao en el siglo XIX

Al lo largo de la Edad Moderna la villa de Bilbao vivió un gran desarrollo económico, basado, principalmente, en el comercio. En un momento de conflicto y de resistencias a los cambios en las estructuras políticas y productivas, Bilbao, como el resto del País Vasco y España, en general, vivirá una época de incertidumbre. La situación estallará en 1833, tomando la forma de un conflicto sucesorio.

Tras el levantamiento de los afectos al pretendiente al trono Carlos María Isidro de Borbón, entre los que destacaban los sectores menos progresistas de la sociedad, se inició la Primera Guerra Carlista (1833-1839). Sus opositores eran los liberales, que apoyaban a María Isabel Luisa de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, su sobrina y heredera de Fernando VII. Uno de los escenarios más importantes de este episodio bélico tuvo lugar en el País Vasco y Navarra, donde causó una importante destrucción y muerte.

El pretendiente carlista, cuyos ejércitos estaban dirigidos por el sobresaliente general guipuzcoano Tomás de Zumalakarregi, necesita seguir captando apoyos internacionales y pretenderá tomar alguna de las capitales vascas con ese fin. Además, la toma de la villa supondría un aumento de los recursos económicos. Contrario a esa opinión era su general, quien era favorable de marchar sobre Madrid y hacerse con el poder. Finalmente, éste tuvo que ceder e iniciar un sitio en el que sería herido (el 12 de junio de 1835) y, por esta causa, fallecería en pocos días (el 24 de junio). En este contexto se inició un sitio que duraría unos días, ya que las tropas del general Espartero, llegando desde Portugalete, levantaron el sitio ya para el 1 de julio.

No obstante, los Carlistas no cejaron en su empeño. El 5 de noviembre de 1836 volvieron a establecer un sitio estable, que durará hasta finales de diciembre de aquel año.

30 años después, el sucesor de Carlos María Isidro, el pretendiente Carlos, aprovecharía los años de inestabilidad política originada tras la Revolución de 1868 y el ascenso del partido carlista en su representación en el Congreso de los Diputados para reemprender una guerra para hacerse con el poder. En el contexto de la Última Guerra Carlista (1872-1876), se produce un nuevo sitio de la villa bilbaina, desde fines de diciembre de 1873. El asedio propiamente dicho se inició en febrero, con el bombardeo. El cerco duró hasta el 2 de mayo, a causa del ataque de las tropas liberales en auxilio de la ciudad. No obstante, la presión sobre la ciudad no cesó, ya que la victoria liberal no fue completa y los carlistas siguieron hostigandola en lo sucesivo.

Un sistema de fuertes

Es posible que en los meses que duran los asedios de la Primera Guerra Carlista se iniciara la construcción de algunos de los fuertes que protagonizarían el asedio de 1874. No obstante, será en esta segunda etapa en la que el bando carlista iniciará la construcción de una línea fortificada que rodea Bilbao. Ya en mayo de 1874, el bando liberal abordará su propia adecuación de los fuertes que empleará para la defensa de la villa. En 1875, los carlistas aún ocupaban los fuertes situados en el cordal que separa el valle del Kadagua de la vega del Nervión-Ibaizabal.

Entre los fuertes que los liberales establecieron para defensa de la villa está el del monte Avril. Aunque no se sabe la razón con certeza, el nombre del fuerte y del monte parece proceder del antiguo gobernador francés Jean Jacques Avril, que se asentó en la villa durante la ocupación napoleónica. El fuerte constituye un polígono irregular de 7 lados, de unos 90x65m, fabricada por medio de obras terreras y parapetos de cal y canto. Está rodeado de un foso tras el que se elevan los frentes de piedra.

Actualmente en su interior se halla instalada una antena de comunicaciones pero se pueden visitar su entorno, del que podremos obtener la perspectiva respecto a los fuertes de los adversarios, en dirección suroeste.

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