Política cultural en Euskadi
Las políticas culturales deben adaptarse a los retos. En el caso vasco los retos proceden de la inserción con identidad propia en el mundo global y en la era digital, de la entrada en la economía de los valores añadidos inmateriales, del próximo escenario post violencia y de la plurinacionalidad. Porque las tendencias dominantes no favorecen a las culturas minoritarias, las estrategias claras y discutidas tienen un papel aún mayor, para lo que se proponen cuatro cambios: otra mirada sobre nuestra cultura, incluyendo la cuestión del espacio cultural y comunicativo de Euskal Herria y la cuestión de la inmigración; otra relevancia y forma a la política cultural más allá del campo subvencional y sosteniendo la necesidad de un Instituto de las Artes e Industrias Culturales como entidad tractora de todo el sistema; repensar la cultura también desde la economía; y abordar la política comunicativa -una de las asignaturas pendientes en el debate público vasco- como un corolario natural e imprescindible de la política cultural.