I Conferencia Internacional sobre Politicas Culturales - Programa





Responsabilidad Cultural de los Festivales de Cine

La responsabilidad cultural de los festivales de cine se puede plantear en su rol como instrumento corrector de los sistemas de la distribución cinematográfica actual, según los cuales se da prioridad al cine más comercial, dejando fuera del sistema a un importante número de películas, de cinematografías y de concepciones del cine de gran importancia cultural. Alguno de los siguientes aspectos o una combinación de los mismos deben de ser tenidos en cuenta a la hora de plantearnos la responsabilidad cultural de los festivales de cine:

  1. Dar a conocer nuevos valores que implican nuevas formas de entender el cine, tanto en su aspecto narrativo como formal y que supone la incorporación de avances tecnológicos y la evolución de la creatividad cinematográfica y su adaptación a las nuevas tendencias creativas.
  2. Dar a conocer obras cinematográficas a las que, debido a su temática, su concepción formal o sus planteamientos minoritarios, no sería posible acceder, dada la estructura de la distribución cinematográfica en el mundo en la que se da prioridad a los productos de consumo frente a cualquier otro tipo de consideración.
  3. Permitir el acceso a los mercados internacionales de películas de nacionalidades que normalmente no encuentran vías de distribución fuera de sus países de origen. En estos momentos es habitual que las pantallas de un país se encuentren totalmente ocupadas por el cine de consumo (normalmente producido en los EE UU) y por producciones del propio país, de manera que es muy difícil encontrarse con películas de otras nacionalidades.
  4. Los festivales de cine suponen un punto de encuentro que posibilita y potencia la comercialización y la promoción de las producciones locales, lo que implica que un festival debe estar perfectamente integrado en el tejido de la industria cinematográfica y ser plenamente capaz de facilitar encuentros entre los productores y los distribuidores nacionales e internacionales. De esta manera el festival ofrece un poderoso instrumento para que los profesionales del país en el que se celebra puedan ver como sus creaciones logran traspasar fronteras, ampliar contactos e incrementar las ventas en el mercado internacional.

Además, los festivales contribuyen positivamente en el terreno de la promoción, mediante la generación de un flujo de información que impulse la buena marcha de las películas en el momento de su estreno comercial, en su propio país.

Finalmente un festival no es sino el reflejo fiel del mundo del cine en el que conviven grandes apuestas comerciales con arriesgadas producciones que enriquecen su vertiente artística y cultural.

Para lograr responder a su responsabilidad cultural, los festivales deberán buscar situaciones de equilibrio que sean atractivas para los medios de comunicación y a la industria cinematográfica, consiguiendo interesar a la audiencia, ofreciendo una programación rica y variada en la que todas las tendencias y los géneros (desde las grandes producciones a proyectos minoritarios, desde la comedia al drama intimista, etc.) estén representados.

La forma en que todos los estos elementos se combinan es un factor decisivo a la hora de consolidar la personalidad y la imagen de los festivales de cine, que podrán oscilar entre los meros mercados y espacios de industria a ideas más cinéfilas y con un marcado carácter cultural

Fecha de la última modificación: 18/11/2005