La ponencia quiere poner de manifiesto el profundo cambio en los principios y valores que mueven las políticas culturales públicas en los últimos 25 años. Desde los 90 a la actualidad, en cambio, las motivaciones que generan las políticas públicas responden más a criterios de desarrollo económico, impacto comunicativo y búsqueda de la singularidad; siendo la gestión que se propugna más acorde a fórmulas privadas (sociedades anónimas, fundaciones, etc.). Por otra parte, es fácil constatar, que la proliferación de nuevos proyectos culturales de carácter singular va a generar inexorablemente demandas crecientes de presupuestos públicos para llevar a cabo sus programas. Aún a sabiendas de que la coyuntura fiscal es favorable, es innegable que la cultura dominante fiscal sigue conceptuando los capítulos de gasto corriente y de transferencias corrientes como gastos a contener, frente a los capítulos dedicados a la política inversora que se consideran como generadores de riqueza. Si no se producen cambios profundos en esa concepción del gasto público, es muy probable que los presupuestos públicos no puedan atender lo "nuevo" y lo "viejo"... Con estas premisas,se considera que el mantenimiento de las políticas culturales de proximidad exigirá, para su mantenimiento y desarrollo , nuevas prácticas de gestión, fundamentadas en el máximo de servicios deslocalizados a generar y proponer a la ciudadanía, nuevos órganos mixtos de gestión que faciliten la gestación de acciones culturales comunes y una descentralización efectiva y estable de sedes comarcales de los eventos culturales centralizados en las capitales.
|
Fecha de la última modificación: 29/11/2005 |