I Conferencia Internacional sobre Politicas Culturales - Programa






La experiencia de las políticas culturales y de comunicación hasta los años 80 evidencia los fallos mutuos que supone su descoordinación y clausura en departamentos estanco, tanto en Europa como en otras regiones de las que descuella Latinoamérica. La aplicación de políticas de sociedad de la información, sobre todo desde los años 90, con una escasa articulación a su vez con la cultura y la comunicación ha agravado este panorama, arrastrando además una oscilación histórica desde el todo política hasta el todo economía.

Sin embargo, las transformaciones de la cultura y la comunicación en las dos ultimas décadas evidencian, mas que nunca, que la relación entre cultura y comunicación es estructural de forma que la actuación publica en estos campos no puede dejar de trabajar simultanea y conjuntadamente en ambos niveles, so pena de comprometer sus objetivos tanto sociales como incluso económicos.

Las políticas de comunicación en efecto, no solo afectan directamente al espacio político, sino al espacio público en general, como lugar de interrelaciones sociales en todos los campos simbólicos. Y la socialización de la cultura no puede tener lugar sin un dispositivo de comunicación -, promoción, distribución -capaz de hacer efectiva la diversidad cultural para su único destinatario posible: los usuarios.por su parte, las políticas de sociedad de la información que olvidan tanto los contenidos culturales y comunicativos como los usos sociales  redundan en acciones miopes , que tratan a las tecnologías en un esquema vertical y de mercado oferta-demanda , que ha conducido a múltiples fracasos económicos y fracturas sociales.

La problemática del servicio público en la era digital se engarza en este marco triple. Considerado bajo la óptica exclusiva de la política en muchos países, pero también en las propias instituciones europeas, esta separación ha propiciado un despilfarro de su potencial al servicio de la diversidad cultural y comunicativa y de la sociedad de la información para todos. Radicada en lugares administrativamente políticos ha aumentado su separación de los proyectos culturales y de desarrollo de la sociedad de la información. Y ello pese al discurso hegemónico de la llegada inminente de una sociedad de la información universalizada que brilla en nuestros países por su ausencia.


Y sin embargo, el servicio publico, mas allá de su ubicación original en el estado de bienestar clásico, ofrece un potencial trascendental para el desarrollo, a todos los niveles territoriales, del estado, e incluso de los otros resortes de la sociedad. Pero eso implica hoy no solo superar las asignaturas pendientes en muchos países sobre el estatus, las misiones y la organización y financiación del servicio público. Sino también repensar su papel y funciones como gozne entre los tres ejes citados de actuación pública, e incluso entre el crecimiento económico y el desarrollo integral de una sociedad.

Fecha de la última modificación: 18/11/2005