ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Un navegante universal

El proceso de intensa industrialización y urbanización vivida por el municipio de Pasaia a lo largo, sobre todo, del siglo XX, ha transformado de manera radical la fisonomía de la bahía. Actualmente, el pasiaje predominante en Pasaia es similar al que podemos encontrar en cualquier otro foco industrial asociado a un puerto situado a lo largo y ancho de Europa. Sin embargo, las partes antiguas del barrio de San Pedro y, en especial, de Donibane, constituyen dos interesantes conjuntos de construcciones de época moderna. Entre los elementos arquitectónicos de San Pedro, cabe destacar la casa natal del almirante don Blas de Lezo y Olabarrieta (1687-1741). Blas de Lezo es, ante todo, el representante típico de un tiempo, el de la lucha entre Francia, España, Holanda e Inglaterra por la hegemonía política y militar en Europa y los oceanos, y de un lugar, el del País Vasco, volcado al mar, hecho que permitía a sus pobladores disponer herramientas de primer orden (barcos, marineros, conocimientos náuticos, industria naval, redes comerciales y administrativas...) para hacer valer sus intereses económicos y políticos en el tablero diplomático europeo.

En efecto, Blas de Lezo nació en el principal puerto de Gipuzkoa, dependiente entonces de la jurisdicción de San Sebastián, base de los balleneros y bacaladeros de Gipuzkoa, así como de parte importante de la flota ballenera de Lapurdi, gran centro de construcción de galeones y de buques de guerra para el rey y puerto de atraque de todo tipo de mercantes y corsarios, tanto locales como de países aliados.

Don Blas fue conocido con el sobrenombre de “Mediohombre”, debido a las amputaciones que había sufrido en diversos encuentros bélicos. En 1704 combate en la indecisa pero sangrienta batalla de Vélez-Málaga, donde una bala de cañón le arrancó la pierna izquierda. Ascendido a alférez de navío, participó en diversos enfrentamientos, así como en el apresamiento de navíos que condujo a Pasaia y a Baiona. Nombrado teniente de navío, en 1707 participó en la defensa de Tolón, donde perdió el ojo izquierdo. En 1710 fue ascendido a capitán de fragata, realizando 11 apresamientos, entre ellos del navío británico Stanhope, de 60 cañones, el triple del que disponía en su fragata. En 1712 siendo ya capitán de navío, participó en el segundo ataque a Barcelona, donde una herida le inutilizó el brazo derecho.

Terminada la Guerra de Sucesión en 1713, siguió destacándo en diversos combates que sucedieron en adelante., pero sería en la defensa de Cartagena de Indias donde alcanzaría su resonancia universal. Ascendido a teniente general desde 1734, en 1737 ocupó la comandancia general del apostadero de Cartagena de Indias, vital plaza fuerte para la defensa del imperio colonial español de América. Tras dos intentos frustrados de desembarco por parte de Inglaterra, en 1741 los ingleses atacaron con la mayor flota de guerra de su historia hasta el desembarco de Normandía, compuesto por 186 barcos con 2.000 cañones y 23.000 combatientes. En abrumadora inferioridad numérica, la destreza estratégica de Blas de Lezo ocasionó la mayor de derrota militar sufrida por los ingleses en su historia. Sin embargo, Blas de Lezo no pudo disfrutar de su victoria ya que fallecía poco después en Cartagena de Indias. Años más tarde el rey quiso reconocerle, concediendo a su hijo el título de Marqués de Ovieco.

Una casa solar sobre el puerto de Pasaia

Situado en el núcleo histórico de San Pedro, constituye una de las típicas edificaciones del puerto de Pasaia de época moderna. Se trata de edificios dotados en la fachada que da al agua de un muelle propio y de una lonja destinada al almacenaje de mercancías y pertrechos navales, situada en el sótano, a ras del muelle. El acceso principal se sitúa en las fachadas que dan a la calle. Se trata de edificios de corte palaciego, construidos mediante materiales nobles y hermosas proporciones, fruto de las ganancias obtenidas en el mar.

La casa natal de Blas de Lezo, constituye un magnífico edificio construido en sillería, de planta rectangular y tejado a dos aguas. Además del sótano abierto al muelle, actualmente soterrado bajo una carretera que discurre sobre todos los antiguos mueles de las casas de San Pedro, cuenta con cuatro pisos. En la fachada que mira al agua dispone en sus esquinas de sendos espolones que resguardan los balcones de madera que se extienden de lado a lado en cada piso. En el lado de tierra dispone de un arco bajo el que discurre la estrecha y pintoresca calle. En el interior de este pasadizo se sitúa el acceso principal de la casa encabezado con su escudo de armas coronado con corona de marqués.

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