115. Astillero Real de Zorrotza - Zorrotzaurre - Canal de Deusto (Bilbao)
ETAPA 7: BILBAO • PORTUGALETE
Un polo industrial centenario
Desde la Baja Edad Media la confluencia de los ríos Kadagua y la Ría ha sido un espacio destinado a la construcción naval. Hasta que en 1615 Felipe III otorgó al complejo naval la categoría de Astillero Real y se instalaron unas infraestructuras fijas para la construcción y dotación de naves para la Corona, el funcionamiento de los astilleros era mucho más informal. Se arrendaba el espacio para desarrollar la actividad a los constructores navales, que erigían instalaciones temporales para sus necesidades.
En la segunda mitad del siglo XVI varios factores provocaron un descenso de la demanda de buques, cosa que llevó a las autoridades y a los pricipales afectados a impulsar un nuevo proyecto, que es el mencionado de erigir un astillero que proveyera a las armadas reales. Así, en 1615 se funda Real Astillero de Zorrotza y en él se estableceran las infraestructuras para responder a los contratos que se establecían con las instituciones de la Corona. Se crean dos gradas para la fabricación de buques de guerra, galeones, correos y otros, así como depósitos de maderas, tinglados para la elaboración de todo tipo de cuerdas, telares para lonas, almacenes para breas, etc.
Durante los siglos XVII y XVIII estas instalaciones fueron completándose y reformándose dependiendo de las necesidades del momento. Con el siglo XIX, la actividad decayó (por la pérdida de la concesión real) y permaneció como mera dependencia de la Armada. A partir de los años 40 del siglo XIX vivió un pequeño resurgir, pero después fue vendido y desmantelado. De todo aquel compejo solamente queda una parte del inconfundible edificio de la cordelería, de un solo piso, tejado a dos aguas y vanos adintelados. Se concibió como un pabellón de gran longitud, aunque actualmente solamente se mantienen unos 75m del mismo (una quinta parte).
La actividad industrial
Si la actividad del astillero de Zorrotza se considera artesanal o tradicional, la instauración de la producción industrial en el solar vendría de la mano de otro tipo de producción.
Por mencionar dos de las industrias de las que aún se mantiene algo en pié, citaremos, por un lado, a la empresa Talleres de Zorroza. Constituida en 1871, toma el nombre con el que lo conocemos en 1901. Esta empresa se dedicaba a las construcciones metálicas y concretamente estuvo especializada en grúas. Solamente queda el pabellón de las oficinas y se sitúa en la punta de Zorrotza.
Por otro lado, encontramos el enorme edificio de los Grandes Molinos Vascos. Dentro del sector de la industria harinera constituye un importante hito. Las características constructivas del pabellón vienen determinadas por el tipo de producción, que aprovechaba la gravedad para sus operaciones y de ahí la distribución en pisos y la gran altura del edificio. Se erigió entre 1920 y 1924. Actualmente, su gran volumen y destacada torre hacen de él un elemento ineludible del paisaje de la ribera de la Ría.
Finalmente, nos detenemos en la orilla opuesta del Nervión-Ibaizabal, en la margen derecha, conocida como Zorrotzaurre. Presenta una forma curva causada por un meandro del río. Entre 1950 y 1968 se comenzó a excavar un canal recto para evitar dicha revuelta en el cauce, aunque no se completó. Como resultado se conformó un muelle que facilitaba el acceso de las embarcaciones al complejo industrial que allí se había desarrollado. Recientemente el canal ha sido completado hasta el otro lado del meandro, de forma que Zorrotzaurre y la ribera de Deusto se han convertido en isla.
Como decimos, en el lugar se desarrollaron varias industrias de varios sectores productivos diferentes. Como ejemplo citar Galletas Artiach (dentro sector agroalimentario), Elorriaga Industrial Eléctrica (que fabricaba motores eléctricos), varias industrias químicas, etc.